Continúa búsqueda de justicia para adolescente asesinado

José Antonio Elena Rodríguez, de dieciséis años, caminaba por la calle junto a la frontera en su ciudad natal de Nogales, Sonora, México, la noche del 10 de octubre de 2012. Un incidente transfronterizo estaba ocurriendo. El agente de la Patrulla Fronteriza Lonnie Swartz, que llegó a la escena, apuntó a José Antonio, disparando dieciséis veces, desde una distancia de treinta metros, a través del muro de acero de cinco metros que se cierne sobre la calle. Diez de las balas de Swartz se clavaron en el cuerpo de José Antonio, dos en su cabeza y ocho en la espalda.

José Antonio era un hijo, un hermano, un tío y un amigo.

Hechos claros, no obstante, agente absuelto

Como resultado de los casi seis años que la familia de José Antonio ha luchado por justicia para él, muchos miembros de nuestra comunidad han tenido la oportunidad de visitar el lugar donde murió. Todos han quedado impactados por la forma en que la misma geometría de la escena permite ver un asesinato.

Indignados por el veredicto del 23 de abril, una coalición de miembros de la comunidad, incluidos voluntarios de No Más Muertes, tomaron el control de las calles por más de siete horas.

Sin embargo, el 23 de abril, después de un largo juicio de un mes en la corte federal de Tucson, un jurado absolvió a Swartz de homicidio en segundo grado. No pudieron llegar a un veredicto sobre dos cargos menores, homicidio voluntario y homicidio involuntario.

Indignados por el veredicto y en solidaridad con la familia de José Antonio, una coalición de miembros de la comunidad, incluidos voluntarios de No Más Muertes, tomaron el control de las calles de Tucson por más de siete horas, exigiendo justicia.

Un sistema de justicia racista

La absolución de Lonnie Swartz es un ejemplo evidente de la cultura racista de impunidad que permite a los agentes fronterizos violar los derechos humanos y cometer asesinato sin ninguna consecuencia. La familia de José Antonio, en su búsqueda de justicia, ha tenido todo contra ellos, incluida su ciudadanía mexicana. El nativismo y la supremacía blanca inherente al sistema de justicia de los EE. UU. se refleja en el veredicto del 23 de abril, al igual que la creencia común en la infalibilidad de la aplicación de la ley que a menudo sirve como mecanismo.

La pelea continúa

Bajo presión pública, los fiscales anunciaron el 11 de mayo que volverían a enjuiciar a Swartz por los cargos de homicidio involuntario de los que no fue absuelto. Si finalmente es condenado o no, depende, en parte, de personas como nosotros.

¡Justicia para José Antonio!
¡Justicia para todas las víctimas de violencia de la Patrulla Fronteriza!


Foto destacada: El 13 de octubre de 2012, personas caminan más allá de las flores ubicadas donde murió José Antonio. (Foto tomada a través de una de las rendijas de cuatro pulgadas a través de las cuales Swartz disparó).