Los residentes de Arivaca, Arizona no pueden salir de su tranquilo pueblo cercano a la frontera con México sin encontrarse con controles militares. Los agentes de la Patrulla Fronteriza paran todo el tráfico y hacen preguntas mientras los perros adiestrados para detectar drogas olfatean el vehículo. Los agentes pueden exigir que el conductor enseñe su identificación e incluso que salga del coche para que los agentes puedan inspeccionarlo.
People Helping People vigila el puesto de control en Arivaca Road desde 2013. El 3 de febrero de 2016, los observadores empezaron a monitorear pacíficamente un segundo puesto de control al oeste de Arivaca. Cuando llegaron al día siguiente vieron que el puesto de control estaba acordonado.
People Helping People, un grupo local afiliado con No Más Muertes, pidió que se eliminaran tales puestos de control. Cuando esta solicitud cayó en oídos sordos, los residentes de Arivaca acudieron al puesto de control en Arivaca Road, cerca de la carretera interestatal 19 y la ruta a Tucson, en 2013, para vigilar cualquier acoso y violación de derechos humanos.
En febrero de 2016, los observadores pusieron sillas frente a un segundo puesto de control al oeste de Arivaca en la carretera 286, al norte del pueblo fronterizo de Sasabe, y empezaron a documentar lo que veían. Los agentes fueron tolerantes el 3 de febrero cuando los observadores monitoreaban pacíficamente el área de inspección primaria durante seis horas. Cuando los observadores llegaron al día siguiente vieron que los agentes habían acordonado el puesto de control y habían puesto letreros con la indicación “prohibido peatones”.
“Hay unos 200 pies (60 m.) entre nosotros y la zona de inspección, no podemos ver nada”, dijo Sophie Smith, una voluntaria de People Helping People, sobre la nueva “zona de control”.
La Patrulla Fronteriza también bloqueó el puesto de control en Arivaca Road como reacción a la inspección de los ciudadanos en ese sitio, dijo Smith. Su opinión es que los observadores sirven como vigilantes y previenen el abuso a los conductores mientras están presentes. Los observadores de Arivaca descubrieron que los conductores latinos tienen una probabilidad 26 veces mayor de mostrar su identificación que conductores blancos y 20 veces mayor posibilidad de ser sometidos a la inspección secundaria.
Sophie Smith, voluntaria de PHP, opina que los observadores sirven como vigilantes y previenen el abuso a los conductores mientras están presentes. Los observadores de Arivaca descubrieron que los conductores latinos tienen una probabilidad 20 veces mayor de ser sometidos a la inspección secundaria.
La Patrulla Fronteriza defiende que los puestos de control son necesarios para capturar a inmigrantes indocumentados y detener el tráfico de drogas.
“Llevamos más de dos años observando al menos una vez a la semana y no hemos visto capturar a nadie ni una sola vez por cruzar sin papeles”, dijo Smith.
En cambio, los migrantes que cruzan se desvían mucho para evitar los puestos de control, caminando por lugares apartados en el desierto de Arizona donde corren el riesgo de quedarse sin agua y morir.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha presentado una demanda en contra de Aduanas y Protección de la Frontera en representación de dos observadores, según People Helping People. La demanda señala que los puestos de control constituyen una violación a los derechos constitucionales, ya que limitan la libertad de expresión y el derecho de reunión en el puesto de control.
En octubre 2015, la ACLU publicó un informe que identificó más de 140 denuncias ciudadanas contra la Patrulla Fronteriza de Arizona en puestos de control entre 2011 y 2014, dijo un abogado de la organización, James Lyall. La mayoría alegó una violación a la Cuarta Enmienda, que protege de registros, detenciones de personas o incautaciones irrazonables. Según los archivos que Aduanas y Protección de la Frontera ha entregado a la ACLU, no se ha investigado casi ninguna demanda.
Texto: Denise Holley. Traducción: Gerry Dunn, Esther Rincón Capitán, Ramiro Antonio López.
Foto destacada: Liza Corr. Observadores de People Helping People en Arivaca, Arizona supervisando un puesto de control de la Patrulla Fronteriza, ubicado 26 millas al norte de la frontera con México en la carretera 286, para prevenir el acoso y documentar el abuso a los conductores. Los agentes fueron diplomáticos con el grupo y se les permitió observar la zona de inspección primaria, pero al llegar los observadores al día siguiente encontraron barreras.