No Más Muertes no hemos detenido ninguno de nuestros esfuerzos de ayuda humanitaria. Un reporte de noticias reciente declaró que hemos cerrado nuestra estación de ayuda en Arivaca, Arizona y que los necesitados están siendo rechazados. Esto es falso: la estación de ayuda está abierta y los voluntarios continúan brindando atención a quienes buscan ayuda. Para apoyar nuestra presencia continua, firme la petición a la Patrulla Fronteriza.
A través de las fronteras cada vez más militarizadas, los migrantes perdidos, enfermos y heridos a menudo enfrentan una decisión muy difícil: morir en el desierto o ser detenidos y encarcelados si buscan ayuda de la Patrulla Fronteriza —la cual rutinariamente niega la atención médica a las personas bajo su custodia. Nuestro propio informe Una cultura de crueldad documentó que el 86 por ciento de los que necesitaban atención médica de emergencia al ser arrestados fueron deportados sin recibirla.
En este contexto, donde miles de personas han muerto tratando de cruzar la frontera, la necesidad de ayuda médica civil no violenta es clara y continua.
Durante los últimos seis meses, la Patrulla Fronteriza ha intensificado su campaña de interferencia con los esfuerzos humanitarios en la región fronteriza. Esto culminó el 15 de junio en una incursión fuertemente armada en nuestra estación de ayuda en Arivaca y con la detención de pacientes que recibían atención médica. Al menos uno de estos hombres está todavía bajo custodia. Los sensores y la tecnología de vigilancia que se usaron para seguirlos mientras se acercaban a la estación de ayuda todavía permanecen en el mismo lugar.
Está claro que la Patrulla Fronteriza ha atacado deliberadamente nuestra estación de ayuda. Creemos que la intención es cooptarlo como un activo estratégico y hacerlo inutilizable como instalación médica.
No Más Muertes no será intimidado para que abandone su trabajo en el desierto. Operamos bajo el Código de Conducta de la Cruz Roja Internacional, con la supervisión de un equipo de médicos y personal médico. Nuestro trabajo y el de grupos similares es necesario mientras las políticas fronterizas continúen creando una crisis humanitaria en la frontera entre Estados Unidos y México.