Voluntarios triplican la zona de auxilio humanitario en el desierto

Durante el último año, los voluntarios que prestan auxilio en el desierto han ampliado el alcance del trabajo humanitario de No Más Muertes. En la zona de Arivaca estamos cubriendo una zona más amplia que nunca. Desde el Campamento Byrd, que ha sido nuestra base de operaciones desde 2004, colocamos contenedores de agua en ciertos puntos en una zona de 800 millas cuadradas que incluye montañas escarpadas y matorrales planos de chollas. Mientras el patrullaje y la vigilancia no hacen más que crecer, los migrantes caminan por senderos cada vez más remotos y salvajes. Los voluntarios cruzan cañones, cerros y desfiladeros donde pueden encontrar a gente en peligro.

En el corredor de Sonoyta–Ajo–Gila Bend al oeste se ha triplicado el área de nuestro auxilio humanitario. En un solo viaje de cuatro días podemos distribuir hasta dos toneladas de agua.

En 2014 empezamos a cartografiar senderos y a dejar agua en el corredor de Sonoyta–Ajo–Gila Bend, a una distancia de dos horas y media desde Tucson en coche. En este vasto espacio de 1,700 millas cuadradas se ha triplicado el área de nuestro auxilio humanitario. En un viaje de cuatro días podemos dejar hasta 500 galones (dos toneladas) de agua, que llevamos a los senderos en nuestras desgastadas camionetas y en la espalda de nuestros voluntarios. La zona que cubrimos en nuestras patrullas va desde el Monumento Nacional Organ Pipe Cactus, en la frontera, hasta el Barry M. Goldwater, un Campo activo de bombardeo de la Fuerza Aérea, 80 millas al norte.

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Los voluntarios prestan auxilio médico de urgencia a los migrantes que están perdidos, enfermos y, con frecuencia, solos. Muchos son víctimas de las tácticas mortíferas de la Patrulla Fronteriza, como la dispersión de grupos a mediante el uso de helicópteros y vehículos todoterreno. En muchas zonas, seguimos descubriendo que el agua y la comida que dejamos ha sido acuchillada, robada o destruida. Nuestro equipo de búsqueda y rescate se moviliza al recibir noticia de personas perdidas, consciente de que, con frecuencia, los guardias oficiales se niegan o resultan insuficientes. Incluso cuando no estamos buscando a nadie en concreto, encontramos gente aun antes de que alguien más sepa que ha desaparecido.

Aunque la cantidad de migrantes cruzando Arizona ha disminuido, el número de fallecidos ha estado aumentando. Hasta lograr el fin de las muertes en el desierto, los voluntarios de No More Deaths/No Más Muertes seguirán caminando por los senderos de los migrantes y dando auxilio, tanto a aquellos que encontramos como a los que nunca vemos.


Texto: Catherine Gaffney. Traducción: Gerry Dunn, Esther Rincón Capitán, Ramiro Antonio López.

Foto destacada: Amelia Krales. Viajeros cansados y heridos en el desierto encuentran primeros auxilios y un cómodo respiro en la clínica del campamento de No Más Muertes en las afueras de Arivaca.